domingo, 3 de octubre de 2010

El panorama político argentino: de Frondizzi a Illia.

La década de los 60, marca en la Argentina, el comienzo de un período muy largo de gobiernos militares, gobiernos “de facto” que ininterrumpidamente dominaron la escena política. Los gobiernos constitucionales de Frondizi, Guido e Illia, son reemplazados, en la postrimería de la década (1966) por un sistema ilegítimo, la Revolución Argentina de Juan Carlos Onganía.
Frondizi fue un presidente que apostó por un programa desarrollista, con capitales extranjeros, que en 1958 se basó, fundamentalmente en una renovación técnica y científica.
Lo más característico, en una primera etapa fue la presencia de los supermercados, y el impulso de los nuevos ramos como petróleo, acero, celulosos, petroquímicos y automotores que crecieron rápidamente. Pero Frondizi había firmado un pacto con Perón que tenía como objetivos levantar la proscripción del partido peronista, una vez fuera elegido presidente. Además Frondizi había firmado contratos con empresas extranjeras sin aprobación del legislativo…este será un argumento del gobierno de Illia para anularlos. En síntesis las medidas económicas tomadas por Frondizi fueron impopulares y dieron por resultado, tensiones y conflictos sociales por los salarios, huelgas masivas y represión, instituida por el plan CONINTES para casos de conmoción interna del Estado.
También Frondizi hizo lo imposible para capear la situación pero las desavenencias con el sector militar por su acercamiento a Cuba y otros planteos, le cerraron el camino.
Esto era lo que los militares esperaban. El 28 de marzo de 1962 los militares depusieron a Frondizi. La titularidad del Poder Ejecutivo recayó en el entonces presidente del Senado, José María Guido.


De Frondizi a Illia

Luchas intestinas en el Ejército hicieron crisis en el mes de setiembre de 1962 con la contienda denominada "Azules y Colorados". El triunfo fue de los "Azules" que respondían al general Juan Carlos Onganía, a quien se lo designó comandante en jefe del Ejército.Pese a la política tan conflictiva, ésta no influyó en la situación económica del país. La inflación fue baja; crecieron las exportaciones y la producción industrial continuó en ascenso.

El 2 de abril de 1963, se sublevó la Marina encabezada por el almirante Isaac Rojas. Su objetivo era evitar las elecciones ya convocadas y de este modo erradicar la participación del peronismo, si bien éste estaba prohibido por decreto.
El enfrentamiento con el Ejército fue violento; pero la sublevación fue sofocada. No obstante los "azules" debieron anunciar la proscripción del peronismo. En medio de grandes confusiones y negociaciones se llegó a las elecciones de julio de 1963. Los peronistas decidieron votar en blanco, ya que los candidatos Solano Lima- Begnis, pertenecientes al Frente Nacional y Popular fueron proscriptos por el gobierno.

Perón desde Madrid había impartido la orden de que se votara a dichos candidatos.
De cualquier forma una proporción de los votos justicialistas fue a favor del candidato de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCR), Arturo Illia, quien con el 25% de los sufragios obtuvo la primera minoría, y luego la nominación en el Colegio Electoral. Arturo Illia asumió la presidencia el 12 de octubre de 1963 y gobernó hasta junio de 1966. Su presidencia se caracterizó por el respeto a las normas, por no abusar de los poderes presidenciales y por evitar conflictos o tratar que éstos decantaran naturalmente. Los contratos petroleros suscriptos por Arturo Frondizi fueron anulados y renegociados.

En el año 1964 la Argentina recibió a dos presidentes de países extranjeros: el de la República Federal de Alemania, Heinrich Luebke y el de Francia Charles De Gaulle
Entretanto, la dirigencia peronista organizaba la vuelta de su líder; el general Juan Domingo Perón. El presidente Illia reaccionó ante la presión incesante del sindicalismo eludiendo el enfrentamiento. Esto llevó a que se hablara de incompetencia. Antes de 1964, Juan Domingo Perón embarcó en Madrid rumbo a la Argentina, pero antes que el gobierno argentino se viera obligado a decidir qué hacer, las autoridades brasileñas lo detuvieron y lo enviaron nuevamente a España. Fracasado el retorno, los dirigentes sindicales que respondían a Vandor (dirigente sindicalista) y a caudillos provinciales neoperonistas, decidieron poner fin al acatamiento a Perón.

Quisieron independizarse, por eso a las elecciones provinciales de Mendoza, tanto Perón como Vandor apoyaron a candidatos distintos. El peso de Perón, sin lugar a dudas era todavía muy fuerte y fue lo que se impuso. La competencia Vandor- Perón se llamó "El empate peronista", ya que Vandor se imponía en el escenario laboral y Perón en el espacio político.

Mientras tanto la guerrilla amenazaba en forma incipiente; se detectaron pequeños grupos en Salta y miembros de Tacuara comenzaban a colocar bombas en varios supermercados. Un atentado contra el ex - presidente Frondizi no cobró víctimas.
En 1965 el ambiente político continuó complicado ante las elecciones de 1966.
Se sabe que muchos integrantes del Ejército, por entonces trabajaban en la destitución de las autoridades constitucionales y en los planes futuros.
En marzo el gobierno proscribió al Partido Justicialista, pero autorizó al peronismo a presentarse como Unión Popular, controlada por el sindicalismo vandorista. Los últimos meses, Perón envió a Argentina a su esposa María Estela Martínez, con el fin de frustrar la candidatura a gobernador de Mendoza de un candidato peronista que no merecía la confianza del líder. También, la posibilidad del envío de tropas argentinas a Santo Domingo, como consecuencia de la intervención impuesta por Estados Unidos, provocaron disturbios, razón por la cual una vez más el presidente Arturo Illia aseguraba su decisión de no intervención en la problemática de Santo Domingo.

Las Fuerzas Armadas no miraban con simpatía al gobierno de Illia, donde tenían predicamento los derrotados militares colorados, quienes se abstuvieron de hacer planteos. Poco a poco Onganía fue adquiriendo primacía.
En 1965 en una reunión de Jefes de Ejércitos americanos en West Point,
manifestó su adhesión a la llamada "Doctrina de la Seguridad Nacional".
Según ésta las Fuerzas Armadas eran la garantía de los valores supremos de la nacionalidad y debían obrar cuando éstos se vieran amenazados, particularmente por la subversión comunista. Pero, ante la designación de un nuevo Secretario de Guerra se produjo el retiro del general Onganía como Comandante en Jefe.
Fue reemplazado por el general Pascual Pistarini.

El 28 de junio de ese año, las Fuerzas Armadas anunciaron
la decisión de derrocar al gobierno constitucional de Arturo Illia.
Un amplio consenso acompañó este golpe de estado.Grandes sectores empresarios, la mayoría de los partidos políticos e inclusive grupos de extrema izquierda apoyaron el golpe. Pero no se dieron cuenta que con el nombramiento del general Juan Carlos Onganía como nuevo presidente, se rompía el sistema institucional.

"Los Sesenta" por Néstor Kohan

"Los sesenta fueron definidos como la década de la minifalda y la revolución sexual, del hippismo, de Los Beatles.

En la Argentina nació el rock nacional. Pero no todo fue sexo, droga y rock and roll. La guerra de Vietnam, Argelia y la Revolución Cubana incendiaron la pradera. El mundo casi estalla en la crisis de los misiles en Cuba, mientras las guerrillas latinoamericanas y los estudiantes de París, Berlín, Roma, Tokio, México y Berkeley intentaban tomar el cielo por asalto. Dentro de la Iglesia surgieron corrientes contestatarias y, en Estados Unidos, los Panteras Negras dieron un tono radical a la lucha por los derechos de los negros en contra del racismo blanco. Fue la época del boom de la novela latinoamericana, la teoría de la dependencia, la defensa de los condenados de la tierra de Franz Fanon y la pedagogía del oprimido de Paulo Freire. El terremoto sólo fue comparable con el de los años 20. Un auténtico cataclismo sociocultural permitió pedir lo imposible. La Argentina no quedó al margen de la conmoción. Tras la caída de Frondizi, el periodista amigo del Che Jorge Ricardo Masetti organizó una fallida insurgencia en Salta. En 1964, la CGT impulsó la toma masiva de fábricas, con el peronismo aún proscripto. Entonces la Cuba de Fidel Castro y de Guevara irradiaba su ardiente mensaje. Después de 1966, el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía inauguró la guerra santa contra hoteles alojamiento, hippies y happenings, y los bastones largos castigaron a la universidad. En el Cordobazo, la protesta popular alcanzó el punto más alto de toda la década. La modernización cultural acompañaba la revuelta política".